Cortocircuitos: ¿qué son y cómo solucionarlos?

¿Alguna vez has visto que saltan pequeñas chispas de un enchufe en casa? ¿O has notado olor a quemado al pulsar un interruptor para encender la luz? Estas son algunas de las señales de advertencia que apuntan a un cortocircuito.

Un cortocircuito es un fallo que se produce en un aparato o en la línea eléctrica. Este tipo de accidente eléctrico puede desencadenar graves consecuencias, causando daños materiales y poniendo en riesgo tu seguridad y la de los tuyos.

En este artículo te explicamos en detalle cómo se producen los cortocircuitos y te damos consejos para prevenirlos y reaccionar a tiempo si te enfrentas a uno en casa. ¿Te preocupa la seguridad eléctrica de tu hogar? ¡Sigue leyendo!

¿Qué es un cortocircuito?

Empecemos fijándonos en la composición de esta palabra: “corto” y “circuito”. Como su nombre indica, un cortocircuito es un fallo que se produce cuando la corriente eléctrica sigue un camino más corto que el que marca el cableado del circuito eléctrico.

En otras palabras, la electricidad encuentra un atajo y salta directamente de un cable a otro. Cuando esto ocurre, la intensidad de la corriente es más alta de lo normal, lo que provoca un aumento de la temperatura. Este sobrecalentamiento puede dañar el equipo eléctrico y llegar a provocar un incendio.

¿Qué principios eléctricos explican los cortocircuitos?

Como decíamos, el cortocircuito es un fallo en un dispositivo o en una línea eléctrica que se produce cuando hay un contacto directo entre conductores de distinta fase (corriente alterna) o polaridad (corriente continua).

En estos casos, la resistencia del circuito baja hasta cero según la Ley de Ohm. Esto da lugar a una circulación excesiva de electricidad, disparando la temperatura del cableado.

El aumento de temperatura, conocido como efecto Joule, es el responsable de que se derrita la cobertura aislante de los cables o conductores, causando una serie de riesgos que veremos más adelante.

¿Cuándo se produce un cortocircuito?

Te detallamos a continuación algunos de los principales detonantes de este tipo de fallo eléctrico.

• Sobrecarga de enchufes: al conectar demasiados aparatos a un único enchufe usando alargadores.
• Cables pelados por deterioro de los aislantes: por ejemplo, un cable que ha estado a la intemperie.
• Electrodomésticos defectuosos: fallos en aparatos conectados a la red eléctrica, especialmente los de mayor consumo.
• Humedad: enchufes o cables mojados, ya que el agua es un gran conductor de electricidad.
• Empalmes hechos de forma inadecuada: si se unen dos o más cables dejando demasiado cobre al aire, sin funda aislante.

¿Qué riesgos conlleva un cortocircuito?

Los cortocircuitos pueden desencadenar consecuencias peligrosas, entre las que se encuentran:

• Pérdida de corriente eléctrica: los cortocircuitos pueden ocasionar apagones en algunos circuitos o en toda la red eléctrica de tu hogar.
• Rotura de dispositivos eléctricos: el exceso de corriente puede quemar los cables, componentes y fusibles, inutilizando tus electrodomésticos.
• Fuego: el aumento de la temperatura del circuito puede provocar un incendio, sobre todo si el cortocircuito se produce cerca de materiales inflamables.
• Daños personales: las personas expuestas a una descarga eléctrica pueden sufrir graves quemaduras, pérdida de visión y audición e incluso paros cardiacos.

La electricidad se ha convertido en algo tan cotidiano en nuestras vidas que a veces nos olvidamos de los riesgos que conlleva su uso. Prueba de ello son las consecuencias que puede tener un cortocircuito para tu hogar y tu familia.

Por eso no podemos pasar por alto la importancia de la seguridad eléctrica. Ya se sabe, más vale prevenir que curar. Invierte en tu seguridad contratando un servicio de mantenimiento eléctrico. De este modo, evitarás posibles averías eléctricas y tendrás asistencia especializada en caso de emergencia.

¿Cómo actuar ante un cortocircuito?

Un cortocircuito puede producirse en cualquier momento, así que es importante tener en mente los pasos a seguir para evitar daños a la instalación eléctrica y a tu hogar.

1. Comprueba si se ha desconectado algún interruptor diferencial en tu cuadro de luces. Estos pequeños interruptores cortan el suministro eléctrico ante cualquier anomalía. Fíjate en cuál está bajado para saber qué zona de tu vivienda es la afectada.

Recuerda no tocar nada en el cuadro de los fusibles ya que podrías recibir una descarga eléctrica.

        2. Apaga y desenchufa todos los aparatos que estuvieran conectados al circuito dañado.

        3. Conecta de nuevo los interruptores del cuadro de luces, tanto los diferenciales como el general.

Si vuelve la luz, sabrás que la avería se encuentra en el electrodoméstico. Si, en cambio, saltan los plomos de nuevo, todo apunta a que el origen del cortocircuito se encuentra en el propio cableado de la casa.

Llegados a este punto, necesitarás que un profesional intervenga para resolver el problema cuanto antes y evitar posibles daños a tu vivienda y a tu familia.

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¿Cómo prevenir un cortocircuito?

Estas son algunas precauciones que puedes tomar en tu día a día para evitar cortocircuitos en tu hogar:

• Desconecta los aparatos eléctricos después de su uso.
• Evita que los enchufes y cables entren en contacto con agua.
• Instala las tomas de corriente lejos de muebles y cortinas.
• Monta suficientes enchufes para evitar el uso de regletas.
• Mantén los cables de tus aparatos eléctricos en buen estado.
• Revisa la instalación eléctrica cada cierto tiempo para asegurarte de que cuenta con los elementos de protección necesarios.

Por último, te dejamos con una reflexión. ¿Verdad que le haces un buen mantenimiento preventivo a tu coche para tener la certeza de que puedes conducirlo sin exponerte a ningún riesgo?

La instalación eléctrica de tu hogar no debería ser menos. Dale a tu seguridad eléctrica la importancia que se merece contratando servicios profesionales de mantenimiento de luz.