Trucos y consejos

¿A qué temperatura se pone la caldera? Consejos para este invierno

¿A qué temperatura se pone la caldera? Esta es una pregunta muy repetida estos meses y, es que, con la llegada del frío, toca poner a punto la calefacción y revisar la caldera. A veces es uno de los electrodomésticos más olvidados del hogar, a pesar de su vinculación con nuestro bienestar. De ella depende mantener una temperatura de confort en la vivienda en los meses de invierno o disfrutar de agua caliente durante todo el año.

Debido a su uso continuo, las calderas consumen mucho y es importante optimizar su rendimiento para reducir el consumo de energía del hogar. Hoy, desde Plenitude, te damos las claves para conseguir ahorrar en tu factura con el uso de la caldera.

¿A cuántos grados hay que poner la caldera?

En principio, la temperatura ideal de una caldera es la más baja posible siempre que se mantenga el confort en el interior de la casa. Si hablamos de ahorro:

  • Con una caldera de gas conseguiríamos el máximo ahorro si la situamos por debajo de los 53ºC.
  • Con una caldera de gasoil, la temperatura debería ser por debajo de 46ºC.

¿A qué temperatura debemos poner el termostato?

En cuanto a la temperatura ideal a la que deben estar los espacios cerrados, como nuestras viviendas, según las últimas recomendaciones del IDAE (Instituto para la Diversificación del Ahorro y la Energía), el termostato debería situarse entre los 19 y los 21ºC.

¿Sabías que cada grado que aumentamos la temperatura de la calefacción se estima que consumimos un 7% más de energía? Este dato también afecta a nuestra factura incrementándola considerablemente.

Aunque la recomendación del IDAE sea clara, también es cierto que existen diferentes factores que influyen a la hora de elegir la temperatura adecuada de la calefacción.

¿Cuál es la temperatura ideal para una caldera de condensación?

El tipo de emisores, ya sean radiadores, instalaciones de suelo radiante o fancoils de calor (sistema de climatización por agua) condicionan a qué temperatura debemos poner la caldera.

  • Radiadores: en sistemas de calefacción por radiadores, la temperatura óptima de la caldera se sitúa entre los 60 y 70°C. En cambio, los radiadores de baja temperatura funcionan con una temperatura del agua de entre 35 y 40ºC.
  • Suelo radiante: en instalaciones de suelo radiante conviene no superar los 50 °C, por lo que una temperatura de 35-40°C en la caldera puede ser suficiente para calentar la vivienda.
  • Fancoils: en este tipo de sistemas, la temperatura de la caldera debería rondar los 60°C.


Hay que tener en cuenta el municipio en el que vivimos, no es lo mismo vivir en una zona fría que en una cálida. La instalación de la calefacción se hace teniendo en cuenta la temperatura ambiente mínima estimada de la zona en la que residimos. Sin embargo, esa temperatura no se da todos los días, por lo que la temperatura de la caldera se podría bajar cuando no estamos en ola de frío.

¿Qué temperatura debe tener el agua caliente de la caldera?

Siguiendo instrucciones del IDEA (Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía), la temperatura del agua caliente debería estar entre 40 y 50ºC en calderas mixtas y un poco más elevado, entre los 50 y 55ºC, en calderas que cuenten con acumuladores de agua externos ya que necesitan un esfuerzo extra para calentar el intercambiador para preparar el ACS.

Es importante aclarar que la temperatura del agua caliente de la caldera no significa que el agua del grifo o de la ducha salga a esa temperatura ya que se mezcla con agua fría en el punto de consumo. Este dato simplemente indica la temperatura máxima que alcanzará el ACS y los grados a los que sale de la caldera.

Otros factores que influyen en la temperatura de la calefacción

  • La sensación térmica. Cada uno tenemos nuestra propia sensación de calor/frío y encontramos nuestro confort a una temperatura diferente.
  • Las horas del día. Por las mañanas las viviendas están más frías, durante el día muchas veces es posible aprovechar el sol y por las noches, aunque también baja la temperatura exterior, no es necesario que la calefacción tenga una temperatura elevada, de hecho se recomienda bajar unos grados con respecto a la temperatura del día para poder descansar mejor.
  • La temperatura exterior y el aislamiento de la vivienda. Así, en casas con pérdidas de calor ubicadas en regiones geográficas frías, la caldera debe trabajar a más grados. Por el contrario, en viviendas aisladas o en zonas de inviernos suaves, la caldera puede conseguir un excelente rendimiento trabajando a menos temperatura.
  • El modelo de la caldera. Las calderas de condensación son las más eficientes. Como la condensación de gas se produce en el interior de la caldera, la energía latente contenida en el vapor de agua de los humos que salen por la chimenea se usa para producir agua caliente. De esta forma, se aprovecha el calor residual y se consume menos combustible para conseguir los mismos resultados. Según algunos fabricantes, con un uso adecuado de una caldera de condensación ahorraremos un 15-30% de energía en calefacción. En agua caliente, este ahorro puede ser de un 20% en suministro a 80°C y de un 20-30% en suministro a 60 °C.
  • Caldera para calentar la casa y/o para producir agua caliente. En el primer caso, una temperatura de 55-60 °C puede ser suficiente. En las calderas mixtas, la recomendación es programar una temperatura de 40-50ºC o algo más elevada (50-60ºC) si tenemos un acumulador.

Consejos para usar la caldera de manera más eficiente

Si tenemos en cuenta algunos consejos a la hora de regular la calefacción, nos ayudará a mejorar su rendimiento y a ahorrar en la factura. Te dejamos algunas ideas sencillas que puedes poner en práctica:

  1. Comprobar la presión. Cuando revises tu caldera, comprueba a qué presión trabaja. Lo ideal es que sea de 1,2 bares, con un margen superior o inferior del 25%.
  2. Usar termostatos. Otra de las recomendaciones para reducir el consumo energético de la caldera es utilizar termostatos inteligentes. Gracias a estos dispositivos conseguirás que la caldera se apague o encienda según tus necesidades de calefacción o tus hábitos de consumo de agua caliente.
  3. Mantener una temperatura constante. Conseguir que tu vivienda no se caliente o se enfríe demasiado puede ayudarte a ahorrar con tu caldera (21-22 °C por el día y 18-19 °C durante la noche son las temperaturas de referencia para la calefacción en invierno).
  4. Regula la temperatura de cada radiador dependiendo de su uso. Los radiadores pueden regular su temperatura con válvulas termostáticas que permiten ajustar automáticamente la temperatura en cada radiador, obteniendo la temperatura de calefacción deseada en cada estancia de forma independiente.
  5. No apagues la calefacción, prográmala. Arrancar y parar la caldera suponen un sobreesfuerzo que se traduce en mayor consumo, por lo que la opción de programarla te ayudará a ahorrar energía.
  6. Realiza un buen mantenimiento. Las calderas de gas necesitan revisiones periódicas por parte de profesionales cualificados. Además, conviene que compruebes que las tomas de electricidad, gas y agua están en buenas condiciones para prevenir averías. Puedes hacerlo tú mismo/a y no te llevará mucho tiempo.
  7. Revisa tu tarifa de gas. Un último (y no menos importante) consejo para ahorrar con tu caldera es encontrar una tarifa de gas que se adapte a tus necesidades de consumo energético reales.

En Plenitude te asesoramos sobre la mejor tarifa de luz y gas para tus necesidades de consumo. Visita nuestra lista de tarifas con los precios más competitivos.

Pásate a Plenitude

Comparte esta noticia

Más populares

Más recientes

Continúa leyendo

Actualidad
Sostenibilidad