¿Qué potencia de luz debo contratar? Calcula la potencia recomendada para tu vivienda

A la hora de dar de alta la luz en una vivienda, sea nueva o de segunda ocupación, debemos tener en cuenta la potencia que necesitamos y ajustarla a nuestros hábitos de consumo.

Contratar una potencia demasiado alta puede significar un gasto innecesario en nuestra factura de la luz que podemos evitar. Por el contrario, quedarse corto nos limitaría el uso de varios electrodomésticos a la vez, provocando que salten los plomos cuando no nos lo esperamos.

En este artículo descubriremos todo lo que debes saber acerca de la potencia eléctrica, aprenderemos a calcular cuánta potencia necesita nuestro hogar y cuánto estamos pagando por ella.

¿Qué es la potencia eléctrica?

La potencia eléctrica se mide en kilovatios (kW), unidad de medida para calcular la potencia, y marca el límite de la cantidad de aparatos eléctricos que podemos conectar de manera simultánea.

Cuanta más potencia contratemos, más aparatos eléctricos se podrán conectar al mismo tiempo. Si superamos el límite de aparatos eléctricos soportados, saltarán los plomos de la vivienda. En España, la potencia eléctrica media se encuentra entre los 2,45kW y los 4,6kW.

La potencia eléctrica contratada supone un coste fijo en la factura de la luz. Su precio se divide en dos tramos (punta y valle), en los que el precio del kW es diferente para cada uno. Podemos contratar una potencia diferente para cada periodo o mantener la misma en ambos casos.

Horario valle de la potencia eléctrica

Este horario abarca desde las 00:00 hasta las 8:00 en días laborables y las 24 horas del día en fines de semana y festivos. Durante este periodo el precio de la potencia será más barato.

Horario punta de la potencia eléctrica

El horario punta tendrá lugar de 8:00 a 00:00 de lunes a viernes no festivos. En este tramo la potencia contratada tendrá un precio mayor.

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¿Cómo calcular la potencia eléctrica que debo contratar?

Calcular la potencia eléctrica que debemos contratar nos permitirá cubrir las necesidades eléctricas de la vivienda. Para hacer este cálculo debemos:

• Determinar la cantidad de electrodomésticos que vamos a conectar y la potencia que necesita cada uno de ellos. 
• Definir el número de personas que habitan en el domicilio. 
• Saber las dimensiones de la vivienda. 
• Conocer si disponemos de una instalación monofásica o trifásica.

• Saber si el agua caliente y la calefacción funcionan con electricidad o con gas.

Es posible calcular la potencia eléctrica que necesitamos a través de diferentes métodos:

1. Utilizar una calculadora de potencia online. El resultado será orientativo, pero no tendremos que pagar por hacerlo. 
2. Algunas comercializadoras ofrecen un optimizador de potencia que, a través del CUPS (Código Unificado de Punto de Suministro), pueden orientarnos sobre la potencia ideal para nuestro hogar. 
3. Realizar un análisis eléctrico contratando a un electricista autorizado. Esta opción nos aportará un resultado más exacto, pero habrá que pagar por ello. 
4. Sumar la potencia que necesita cada electrodoméstico de manera manual y después aplicar la fórmula que tiene en cuenta el factor de simultaneidad y la iluminación de la vivienda.

¿Qué es el factor de simultaneidad?

El factor de simultaneidad es un valor que indica el número de  electrodomésticos que se conectarán al mismo tiempo y nos ayuda a calcular la potencia máxima que necesitará nuestra instalación eléctrica.

Este factor se representa mediante un valor numérico del 0 al 1. Es decir:

• Factor de simultaneidad de 1. Se conectarán todos los electrodomésticos a la vez. 
• Factor de simultaneidad cercano a 0,5. Se realizará un uso intensivo de los electrodomésticos. 
• Factor de simultaneidad cercano a 0,25. Lo más habitual es encontrarse cerca de este rango. Indica un uso moderado de los electrodomésticos.

 Para calcularlo necesitamos conocer la potencia máxima necesaria si ponemos en marcha todos nuestros electrodomésticos. Después, se divide la potencia que estimamos que vamos a necesitar en nuestro día a día entre este resultado.

Ejemplo:

1. Potencia máxima: Aire acondicionado (1,5kW) + Frigorífico (0,25kW) + Lavadora (1,5kW) + Televisión (0,25kW) + Horno (2kW) + Vitrocerámica (1,5kW) = 7kW 
2. Potencia habitual: Frigorífico (0,35kW) + Lavadora (1,5kW) + Televisión (0,25kW) = 2,1kW 
3. Factor de simultaneidad: 2,1kW (potencia habitual) / 7kW (potencia máxima) = 0,3

En este caso, el factor de simultaneidad sería de 0,3.

¿Con qué fórmula puedo calcular la potencia eléctrica que necesito?

Para calcular la potencia eléctrica mínima recomendada debemos sumar los kilovatios de potencia de cada electrodoméstico, multiplicar el resultado por el factor de simultaneidad y, finalmente, sumar 1kW al resultado final para cubrir la demanda de la iluminación de la vivienda.

Ejemplo:

• Potencia máxima: Aire acondicionado (1,5kW) + Frigorífico (0,35kW) + Lavadora (1,5kW) + Televisión (0,25kW) + Horno (2kW) + Vitrocerámica (1,4kW) = 7kW 
• Potencia recomendada: 7kW (potencia máxima) * 0,3 (factor de simultaneidad) + 1kW (iluminación) = 3,1kW

Necesitaríamos una potencia de, al menos, 3,1kW

¿Qué potencia necesitan mis electrodomésticos?

Conocer la potencia que necesitan los electrodomésticos de nuestro hogar nos ayudará a calcular la potencia eléctrica que debemos contratar.

Es cierto tener en cuenta que los aparatos eléctricos son cada vez más sostenibles y, por lo tanto, consumen menos energía y necesitan una potencia menor. 

En la siguiente tabla podemos ver una aproximación de la potencia que necesitan los aparatos eléctricos más frecuentes del hogar.

*Si has comprado recientemente alguno de ellos y, sobre todo, si son de clase energética A, es posible que la potencia que necesiten sea incluso menor que la que reflejamos aquí.

Una vez que hayamos determinado la potencia de los aparatos eléctricos de la vivienda (y teniendo en cuenta que no conectaremos todos a la vez), podremos obtener una estimación de la potencia que necesitaremos.

¿Cuál es la potencia recomendada según el tamaño de la vivienda y el número de residentes?

Cada vivienda y sus residentes tienen una serie de particularidades y hábitos de consumo diferentes. Por lo tanto, no es posible establecer una potencia concreta para viviendas del mismo tamaño y mismo número de habitantes, pero se puede hacer una estimación basada en los rangos de potencia eléctrica habituales.

La siguiente tabla muestra una aproximación de la potencia eléctrica más habitual en las viviendas españolas:

¿Cuánto es lo normal de potencia contratada?

Actualmente, podemos contratar la potencia que queramos, en tramos de 0,1kW. No hay un mínimo establecido, pero como máximo podemos llegar a los 15kW cuando se trata de una vivienda residencial. Lo habitual es contratar una potencia entre 3kW y 8kW. 

En la siguiente tabla podemos ver una aproximación de la potencia que se suele contratar según el tamaño de la vivienda, y dependiendo de si el consumo habitual es bajo (viviendas con electrodomésticos de uso habitual), medio (viviendas con aire acondicionado) o alto (viviendas con piscina o calefacción eléctrica).

¿Quién elige mi potencia eléctrica?

Los consumidores somos los encargados de decidir el nivel de potencia eléctrica que contrataremos en nuestra casa, en función de nuestras necesidades.

Es posible modificar la potencia que tenemos contratada, pero es necesario saber que una vez se haya cambiado debemos permanecer con esa potencia, al menos, un año.

Para subir la potencia existen límites, ya que no todas las instalaciones eléctricas soportan potencias elevadas. En caso de necesitar una potencia superior y que la instalación de la vivienda no lo permita, será necesario renovar la instalación. 

Por su parte, si la vivienda cuenta con un certificado que acredita que la instalación soporta el aumento de potencia (normalmente en viviendas nuevas), se podrá aumentar sin renovarla.

En caso de pretender bajar la potencia, es recomendable calcular cuánto la podemos bajar para no quedarnos cortos y que no influya en nuestros hábitos de consumo.

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¿Cómo saber si tengo más potencia de la que necesito?

Desde que se comenzaron a instalar los contadores digitales, la mayoría de las distribuidoras permiten ver la potencia que se utiliza diariamente a través de su app. De esta manera, podemos comparar los datos obtenidos con la potencia que tenemos contratada y determinar si es necesario bajar la potencia.

Lo ideal es tener la potencia ajustada a las necesidades de nuestra vivienda y que nunca salten los plomos. Sin embargo, debemos revisar lo que tenemos contratado para asegurarnos de no estar pagando de más por una potencia superior a la que realmente necesitamos.

¿Cómo calculo el precio de la potencia contratada

El precio de la potencia depende de la cantidad de kilovatios contratados y del precio por kilovatio fijado por nuestra compañía de la luz.

La cuenta es sencilla, debemos multiplicar la potencia contratada (en kW) por el precio del kilovatio y el resultado se vuelve a multiplicar, esta vez por los días de facturación.

Ejemplo:

3,45kW * 0,1228€/kW * 31 días de facturación = 13,13€

Al haber 2 tramos de potencia (punta y valle), debemos hacer el cálculo anterior basándonos en la potencia y precio del kW en cada periodo y sumar ambos resultados.

El resultado final será una estimación del precio total que pagaremos por la potencia, éste variará según el número de horas mensuales que haya en cada tramo.

Ejemplo: 

1. Horario valle: 3,45kW * 0,1228€/kW * 31 días de facturación = 13,13€
2. Horario punta: 2,45kW * 0,14331€/kW * 31 días de facturación = 10,88€

 (13,13€ + 10,88€) = 24,00€ aprox. al mes

¿Cómo afecta la potencia contratada a la factura de la luz?

El precio de la factura de la luz viene determinado por el consumo realizado y por la potencia contratada. Respecto al consumo, la cantidad que pagaremos dependerá de la energía que hayamos utilizado (a no ser que tengamos una tarifa plana), sin embargo, siempre pagaremos lo mismo por la potencia que tengamos contratada, aunque no hayamos hecho uso de la electricidad.

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¿Cuánto cuesta cambiar la potencia contratada?

En caso de querer bajar la potencia sólo se deberá abonar el coste de los derechos de enganche (9,04€). Este precio no se verá influenciado por el número de kilovatios reducidos, por lo que siempre será el mismo.

Por el contrario, para subir la potencia de la instalación se deberá pagar por los derechos de acometida (acceso, extensión y enganche). Esto supondrá un coste aproximado de 50€ por cada kW aumentado.

¿Se puede ahorrar al bajar la potencia contratada?

Antes de plantearnos bajar la potencia de la instalación es recomendable revisar otros aspectos que pudieran encarecer la factura, como el precio al que estamos pagando el kWh o si el tipo de tarifa que hemos contratado es la que mejor se ajusta a nuestras necesidades.

Es cierto que reducir la potencia puede significar un ahorro en la factura, pero debemos saber las limitaciones que podríamos tener en caso de necesitar encender varios aparatos eléctricos a la vez.

Por ejemplo, si bajamos demasiado la potencia, es probable que salten los plomos cada vez que intentemos utilizar la lavadora y el lavavajillas al mismo tiempo. 

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Conclusiones acerca de la potencia eléctrica

• A la hora de determinar la potencia que debemos contratar, tenemos que considerar nuestras necesidades de consumo y las características de nuestra instalación eléctrica.

• Cuanto mayor sea la potencia contratada, más aparatos eléctricos podremos hacer funcionar simultáneamente, pero supondrá un gasto mayor. Por ello, es recomendable ajustar la potencia a las particularidades de cada vivienda. 
• Por el contrario, menos potencia implica un gasto fijo menor en la factura de la luz, pero también una gran limitación a la hora de utilizar los electrodomésticos simultáneamente en el hogar. 
• El precio de la potencia está sujeto a los horarios punta y valle, en los cuales el precio del kilovatio será diferente en función de la hora. Es posible tener la misma potencia en ambos tramos o contratar menos potencia en las horas en las que vayas a hacer un menor consumo de electricidad. 
• Por último, (teniendo en cuenta que no es posible subir y bajar la potencia a nuestro antojo y que estos cambios conllevan una serie de gastos) es recomendable que la potencia se adapte a las circunstancias de tu hogar a medio-largo plazo. Recuerda que, una vez que hayas cambiado la potencia eléctrica, tendrás que mantenerla al menos por un año.

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